martes, setiembre 25, 2007

Transcripción de los párrafos más importantes del fallo chileno a favor de la extradición de Fujimori.

Se revoca la sentencia apelada de once de julio de dos mil siete, escrita de fojas 1.411 a 1.522, y en su lugar se declara que se concede la extradición del requerido Alberto Fujimori Fujimori o Kenya Fujimori o Albert Fujimori Fujimori o Ken Inomoto, con doble nacionalidad peruana japonesa, cédula de identidad peruana (DNI) 10553955, pasaporte PC 20986, solicitada por el Gobierno del Perú, sólo por los capítulos y figuras penales que se señalan:

  1. Por el capítulo denominado “Allanamiento”, por el hecho punible descrito en el artículo 361¡ del Código Penal del Perú, en relación con el artículo 213 del Código Penal chileno, en los términos a que se hace referencia en el considerando décimo noveno;
  2. Por el capítulo denominado “Interceptación Telefónica”, únicamente por los hechos punibles descritos en los artículos 162 y 387 del Código Penal peruano, en relación con los artículos 161 - A y 239 del Código Penal de Chile, respectivamente.
    El primero, en relación a los hechos delictivos fijados en la consideración trigésima segunda, cometidos a partir del 20 de noviembre de 1995, en adelante, fecha de la modificación introducida al Código Penal por la Ley 19.423. El segundo, de fraude al Fisco, respecto de los hechos descritos en la misma motivación, cometidos a partir del 28 de julio del año 1990;
  3. Por el capítulo denominado “Medios de comunicación”, únicamente por los hechos punibles contenidos en el artículo 387 del Código Penal peruano, en relación con el artículo 239 del Código Penal de Chile, por los hechos descritos en el considerando cuadragésimo quinto;
  4. Por el capítulo denominado “Quince millones”, únicamente por los hechos punibles descritos en los artículos 387 y 428 del Código Penal peruano, en relación con los artículos 239 y 193 N¡ 4 del Código Penal de Chile, respectivamente, por los hechos descritos en el considerando sexagésimo;
  5. Por el capítulo denominado “Congresistas tránsfugas”, únicamente por los hechos punibles descritos en el artículo 399 (actual 397) del Código Penal peruano, en relación con los artículos 250 inciso segundo y 248 bis del texto punitivo nacional, por los hechos descritos en el considerando sexagésimo séptimo;
  6. Por el capítulo denominado “Sótanos SIE”, únicamente por los hechos punibles descritos en el artículo 152 del Código Penal del Perú en relación al artículo 141 del Código Penal chileno, sólo por los secuestros de Gustavo Gorriti y Samuel Dyer Ampudia, de acuerdo a los hechos descritos en el considerando octogésimo;
  7. Por el caso “Barrios Altos” y “La Cantuta”, únicamente por los hechos punibles descritos en los artículos 108 y 121 del Código Penal del Perú en relación con los artículos 391 y 397 del Código Penal chileno, respectivamente, de acuerdo a los hechos descritos en el considerando nonagésimo tercero;

SE CONFIRMA, en lo demás apelado, la referida sentencia, con declaración de que en los capítulos “Faisal - Aprodev”, “Medicinas Chinas”, “Desviación de fondos”, “Decretos de Urgencia”, “Tractores Chinos” y “Ampliación por Desaparición Forzada”, no se encuentra justificada la existencia de los hechos punibles materia de los respectivos requerimientos.

El señor Ministro Instructor adoptará las medidas de seguridad que estime pertinentes para el cabal e inmediato cumplimiento de esta sentencia. Regístrese y devuélvanse con sus agregados.

Redactó el Ministro Señor Alberto Chaigneau del Campo.

viernes, setiembre 21, 2007

Fujimori será extraditado: Gran triunfo de la democracia. Se ha ganado una gran batalla, la impunidad fue derrotada

Corte Suprema chilena aprobó cinco casos de corrupción y dos de derechos humanos presentados por la justicia peruana. Fujimori podría llegar al país en las próximas 48 horas.
Después de una larga y tensa espera, tanto en nuestro país como en Chile, la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de ese país falló a favor de la extradición del ex presidente Alberto Fujimori, quien se encuentra en suelo chileno desde el 6 de noviembre de 2005.
El titular de la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema, Alberto Chaigneau, hizo el anuncio asegurando que de los 13 casos presentados por la justicia peruana, siete fueron aceptados para conceder la extradición.
La resolución de los magistrados chilenos establece que el ex mandatario deberá enfrentar en nuestro país cinco cargos por corrupción y dos por derechos humanos. Los casos de lesa humanidad, La Cantuta y Barrios Altos, fueron aprobados por unanimidad, mientras que en los restantes hubo voto dividido y se procedió a su aprobación por mayoría de votos.
La decisión de la Segunda Sala confirma la línea de la fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado quien el 7 de junio recomendó extraditar al ex gobernante peruano y desestima así el fallo del juez Orlando Álvarez que, en julio pasado, rechazó el extraditar a Fujimori por considerar insuficientes las pruebas presentadas por el Perú.
El magistrado Chaigneau aseguró que la redacción del dictamen no fue complicada sino extenuante. "No fue complicado, fue muy largo. Decidir fue mucho más fácil de lo que pensaba; lo importante es que en los casos de Barrios Altos y La Cantuta fue unánime", sostuvo en declaraciones a la prensa.
Chaigneau explicó además que la discusión de los casos se efectúo de forma separada, pero subrayó que en la votación su decisión al igual que la de los magistrados Nibaldo Segura, Jaime Rodríguez Espoz, Rubén Ballesteros y Hugo Dolmestch fue unánime en los casos de lesa humanidad.
En los casos de Allanamiento de la casa de Montesinos, Interceptación telefónica, Tractores y Medios de Comunicación de la Sala Penal, 15 millones y Congresistas tránsfugas, los votos fueron divididos procediendo a su aprobación por mayoría.
El titular de la Segunda Sala Penal resaltó que ahora les toca al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Poder Ejecutivo hacer lo necesario para que Alberto Fujimori regrese al Perú. "El Poder Judicial terminó con la notificación del fallo a los abogados, al extraditado, al Ministerio de Relaciones Exteriores para que ellos y el Poder Ejecutivo hagan lo que sea necesario", sostuvo.
El fallo pasará a manos del magistrado chileno Orlando Álvarez quien deberá dictar el cúmplase de la sentencia, hecho que puede ocurrir hoy o en días posteriores.

No dilatarán la extradición
La defensa del ex presidente Alberto Fujimori anunció que hará respetar la decisión de la justicia chilena, por lo que no presentará ningún recurso para dilatar el cumplimiento del fallo.
El ex presidente Alberto Fujimori, de 69 años, se encuentra bajo arresto domiciliario en una mansión que arrendó en el condominio de Chicureo, al norte de Santiago de Chile. Según la Interpol, el ex mandatario podría estar pisando suelo peruano dentro de 48 horas.

miércoles, setiembre 19, 2007

Jamas a Majaz

David contra Goliat

El caso de Majaz ha causado una reacción en cadena por parte de todos los sectores de poder en el Perú, se han visto diferentes puntos de vista (unos más que otros), bueno en este comentario hago saber algunas observaciones que no se difunden mayoritariamente, obviamente por motivos de poder.
El premier Jorge del Castillo y la empresa minera informo que la explotación del cobre en esta localidad no generaría contaminación, pero como creer eso si Cesar Hildebrandt informa que en la etapa de exploración esta empresa ya ha generado contaminación, a parte que la empresa minera China dueña del 89% de las acciones ha generado un derrame de 20 mil metros cúbicos de relave en su país natal, ¿hay seguridad de no contaminación?
Entonces porque el estado defiende tanto la explotación de cobre en Majaz, pues un dato importante es que el estado recibe 3 dólares por año y por hectárea de todo terreno donde se explote mineral. El estado ya dejo de ser el "protector" y ha descuidado su papel principal de asegurar la existencia de su población.
Obviamente el estado usa adjetivos para referirse a los campesinxs de Majaz, no dudará en llamarlxs "comunistas" o "anacrónicos", claro que usara los medios para desprestigiar con tal de no hacer una segunda parte de Tambogrande, pues el estado no puede permitir que un grupo de campesinxs logre dar su voz de protesta a una multinacional y al estado mismo.
Quizás este sea un primer paso hacia la consulta popular institucionalizada, y es que los campesinxs son los unicxs que van a vivir las repercuciones de la mina, quienes más que ellxs para preguntarle si quieren o no a la multinacional, se tiene que respetar sus derechos como parte de la sociedad.
Como la sociedad tiene un caracter sistémico esto traera repercuciones, y como cuidadanos tenemos que sacarle provecho para un cambio sustancial, pues como van las cosas por parte del estado (el hecho de no tomar en cuenta la consulta) harán que en Majaz se convierta en un caldo de cultivo de protestas que desencadenarán todo el aparateo represor del estado, solo nos queda estar preparadxs y apoyar los derechos de los campesinxs.
¡A organizar la resistencia!

p.d. Aqui esta el informe de las observaciones emitido por "transparencia" sobre la consulta popular en Majaz

domingo, setiembre 16, 2007

Tiempos Modernos

Técnicas de un estado anacrónico


En mis matutinas preparaciones para ir a la UNIversidad no pude dejar de escuchar los llantos de un hombre que decía que habían entrado a su local un escuadrón de militares encapuchados que rompieron todos sus materiales, yo pensé que se trataba de un dejavu de años anteriores, pero escuche que eso paso en Ica, específicamente en radio Orión, que tiene una fama de hablar de un 8.4 que asignaba a la magnitud del terremoto y de incitar a la población a arremeter contra el gobierno, bueno particularmente no lo culpo, sería inescrupuloso y hasta infame hablar bien de este gobierno; pero el asunto es que la intervención no fue para nada clara, parecía una medida de represalia contra este medio de información, una intervención a la 1 de la mañana con militares encapuchados hacen creer que el presidente sigue creyendo en los paramilitares.

El dueño alega que el motivo de esta arremetida fue que el hablaba de un terremoto de 8.4 y que por acuerdo internacional, en un desastre de tal magnitud el estado debe indemnizar a los afectados y no darle un “préstamo” como se viene haciendo, otro punto es que esta emisora informaba que la ayuda no llegaba a todas partes de Ica y promovía que vayan a pedirlo en las bases militares claro que los militares no dejarían que la población se acerque por lo que usarían la fuerza.

Y por parte del estado, Jorge del Castillo informo que lo habían cerrado por que había acabado la licencia, pero igual no justifica tal golpiza y agresión, además deja muchos temas sin contestar, o mejor dicho contestadas pero cono palabras como “no se nada de eso” o “no estuve ahí como para saberlo”, a preguntas sobre el motivo de la no renovación de la licencia entre otros.

Bueno eso demuestra que el estado sigue siendo débil para mantenerse, pues un medio de comunicación ha logrado desatar una reacción de fuerza, y se sabe muy bien que la fuerza es un medio desesperado para conservar algo.

Bueno adjunto la conversación de Jorge del Castillo con otro medio de comunicación de la misma categoría CPN radio, un poco cortada pues mi reacción de grabar no fue rápida.


jueves, setiembre 13, 2007

Víctor Jara. Su voz y su canto seguirán vivos para siempre en el corazón de los pueblos

Escrito por: Boris Navia Pérez (*)
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"¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!". Gritó el oficial apuntando con su dedo a Víctor Jara, quien junto a unos 600 profesores y estudiantes de la UTE ingresábamos prisioneros con las manos en la nuca y a punta de bayonetas y culatazos al Estadio Chile, la tarde del miércoles 12 de septiembre de 1973. Era el día siguiente del golpe fascista. El día antes, el 11, Víctor debía cantar en el acto que se realizaría en la UTE, donde nuestro rector Enrique Kirberg recibiría al presidente Allende, quien anunciaría el llamado a plebiscito al pueblo de Chile. Sin embargo, la voz de Allende fue apagada en La Moneda en llamas y la guitarra de Víctor quedaría allí, destrozada por la bota militar en el bombardeo de la UTE, como testimonio más de la barbarie fascista.
"¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!". Repitió iracundo el oficial. Casco hasta los ojos, rostro pintado, metralleta al hombro, granada al pecho, pistola y corvo al cinto, balanceando su cuerpo tensado y prepotente sobre sus botas negras.
"¡A ese huevón! ¡A ése!". El soldado lo empuja sacándolo de la fila. "¡No me lo traten como señorita, carajo!". Ante la orden, el soldado levanta su fusil y le da un feroz culatazo en la espalda de Víctor. Víctor cae de bruces, casi a los pies del oficial.
"¡Che, tu madre! Vos sos el Víctor Jara huevón. El cantor marxista ¡El cantor de pura mierda!". Y, entonces, su bota se descarga furibunda una, dos, tres, 10 veces en el cuerpo, en el rostro de Víctor, quien trata de protegerse la cara con sus manos (ese rostro que cada vez que lo levanta esboza esa sonrisa, que nunca lo abandonó hasta su muerte). Esa misma sonrisa grande con que cantó desde siempre al amor y a la revolución.
"Yo te enseñaré hijo de puta a cantar canciones chilenas, ¡no comunistas!".El golpe de una bota sobre un cuerpo indefenso no se olvida jamás. El oficial sigue implacable su castigo, enceguecido de odio, lo increpa y patea. La bota maldita se incrusta en la carne del cantor. Nosotros, apuntados por los fusiles contemplamos con horror la tortura de nuestro querido trovador y pese a la orden de avanzar nos quedamos transidos frente al horror. Víctor yace en el suelo. Y no se queja. Ni pide clemencia. Sólo mira con su rostro campesino al torturador fascista. Este se desespera. Y de improviso desenfunda su pistola y pensamos con pavor que la descerrajará sobre Víctor. Pero, ahora le golpea con el cañón del arma, una y otra vez. Grita e increpa. Es histeria fascista. Y, entonces, la sangre de Víctor comienza a empaparle su pelo, a cubrirle su frente, sus ojos. Y la expresión de su rostro ensangrentado se nos quedaría grabada para siempre en nuestras retinas.
El oficial se cansa y de pronto detiene sus golpes. Mira a su alrededor y advierte los cientos de ojos testigos que en una larga hilera lo observan con espanto y con ira. Entonces, se descompone y vocifera.
"¿Qué pasa huevones? ¡Que avancen estas mierdas¡ Y a este cabrón' se dirige a un soldado, "me lo pones en ese pasillo y al menor movimiento, lo matas! ¿Entendiste? ¡Carajo!
El Estadio Chile se iba llenando rápidamente con prisioneros políticos. Primero, 2 mil, luego seríamos más de 5 mil. Trabajadores heridos, ensangrentados, descalzos, con su ropa hecha jirones, bestialmente golpeados y humillados. El golpe fascista tuvo allí, como en todas partes, una bestialidad jamás vista. Las voces de los oficiales azuzando a los soldados a golpear, a patear, a humillar esta "escoria humana", a la "cloaca marxista", como lo espetan.
Hasta hoy día la gente nos pregunta si los miles de prisioneros del estadio presenciaron estas torturas de Víctor y la respuesta es que sólo unos pocos, sus compañeros de la UTE y los más cercanos, ya que el destino y la vida de cada uno estaba en juego y, además, el Estadio Chile era un multiescenario del horror, de la bestialidad más despiadada.
Allí arriba un oficial le cortaba la oreja con su corvo a un estudiante peruano, acusándolo por su piel morena de ser cubano. Allá, un niño de unos 12 años, de repente se levanta de su asiento y llamando a su padre corre enloquecido entre los prisioneros y un soldado le descarga su ametralladora. De pronto un soldado tropieza en las graderías con el pie de un obrero viejo y El príncipe, que así se hacía llamar uno de los oficiales a cargo, desde lo alto de los reflectores que nos enceguecían, le ordena que le golpee y el soldado toma el fusil por su cañón y quiebra su culata en la cabeza del trabajador, que se desangra hasta morir. Un grito de espanto nos sobrecoge.
Desde lo alto de la gradería, un trabajador enloquecido se lanza al vacío al grito de ¡Viva Allende! y su cuerpo estalla en sangre en la cancha del estadio. Enceguecidos por los reflectores y bajo los cañones de las ametralladoras, llamadas "las sierras de Hitler", siguen llegando nuevos prisioneros.
Víctor, herido, ensangrentado, permanece bajo custodia en uno de los pasillos del Estadio Chile. Sentado en el suelo de cemento, con prohibición de moverse. Desde ese lugar, contempla el horror del fascismo. Allí, en ese mismo estadio que lo aclamó en una noche del año 69 cuando gana el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, con su Plegaria de un labrador:
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Levántate
Y mírate las manos
Para crecer, estréchala a tu hermano
Junto iremos unidos en la sangre
Hoy es el tiempo que puede ser mañana.
Juntos iremos unidos en la sangre
Ahora y en la hora de nuestra muerte, amen.
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Allí es obligado a permanecer la noche del miércoles 12 y parte del jueves 13, sin ingerir alimento alguno, ni siquiera agua. Víctor tiene varias costillas rotas, uno de sus ojos casi reventado, su cabeza y rostro ensangrentados y hematomas en todo su cuerpo. Y estando allí, es exhibido como trofeo por el oficial superior y por El príncipe ante las delegaciones de oficiales de las otras ramas castrenses y cada uno de ellos hace escarnio del cantor.
La tarde del jueves se produce un revuelo en el estadio. Llegan buses de la población La Legua. Se habla de enfrentamiento. Y bajan de los buses muchos presos, heridos y también muchos muertos. A raíz de este revuelo, se olvidan un poco de Víctor. Los soldados fueron requeridos a la entrada del estadio.
Entonces, aprovechamos para arrastrar a Víctor hasta las graderías. Le damos agua. Le limpiamos el rostro. Eludiendo la vigilancia de los reflectores y las "punto 50", nos damos a la tarea de cambiar un poco el aspecto de Víctor. Queremos disfrazar su estampa conocida. Que pase a ser uno más entre los miles. Un viejo carpintero de la UTE le regala su chaquetón azul para cubrir su camisa campesina. Con un cortauñas le cortamos un poco su pelo ensortijado. Y cuando nos ordenan confeccionar listas de los presos para el traslado al Estadio Nacional, también disfrazamos su nombre y le inscribimos con su nombre completo: Víctor Lidio Jara Martínez. Pensábamos, con angustia, que si llegábamos con Víctor al Nacional, y escapábamos de la bestialidad fascista del "Chile", podríamos, tal vez, salvar su vida.
Un estudiante nuestro ubica a un soldado conocido, le pide algo de alimento para Víctor. El soldado se excusa, dice que no tiene, pero más tarde aparece con un huevo crudo, lo único que pudo conseguir y Víctor toma el huevo y lo perfora con un fósforo en los dos extremos y comienza a chuparlo y nos dice, recuperando un tanto su risa y su alegría, "en mi tierra de Lonquén así aprendí a comer los huevos". Y duerme con nosotros la noche del jueves, entre el calor de sus compañeros de infortunio y, entonces, le preguntamos que haría él, un cantor popular, un artista comprometido, un militante revolucionario, ahora en dictadura y su rostro se ensombrece previendo, quizás, la muerte. Hace recuerdos de su compañera, Joan, de Amanda y Manuela, sus hijas y del presidente Allende, muerto en La Moneda, de su amado pueblo, de su partido, de nuestro rector y de sus compañeros artistas. Su humanidad se desborda aquella fría noche de septiembre.
El viernes 14 estamos listos para partir al Nacional. Los fascistas parecen haberse olvidado de Víctor. Nos hacen formar para subir a unos buses, manos en alto y saltando. Y las bayonetas clavándonos. En el último minuto, una balacera nos vuelve a las graderías.
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Fatídico 15-IX-73
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Y llegamos al fatídico sábado 15 de septiembre de 1973. Cerca del mediodía tenemos noticias que saldrán en libertad algunos compañeros de la UTE. Frenéticos empezamos a escribirles a nuestras esposas, a nuestras madres, diciéndoles solamente que estábamos vivos. Víctor sentado entre nosotros me pide lápiz y papel. Yo le alcanzo esta libreta, cuyas tapas aún conservo.
Y Víctor comienza a escribir, pensamos en una carta a Joan su compañera. Y escribe, escribe, con el apremio del presentimiento. De improviso, dos soldados lo toman y lo arrastran violentamente hasta un sector alto del estadio, donde se ubica un palco, gradería norte. El oficial llamado El príncipe tenía visitas, oficiales de la Marina. Y desde lejos vemos como uno de ellos comienza a insultar a Víctor, le grita histérico y le da golpes de puño. La tranquilidad que emana de los ojos de Víctor descompone a sus cancerberos. Los soldados reciben orden de golpearlo y comienzan con furia a descargar las culatas de sus fusiles en el cuerpo de Víctor. Dos veces alcanza a levantarse Víctor, herido, ensangrentado. Luego no vuelve a levantarse. Es la última vez que vemos con vida a nuestro querido trovador. Sus ojos se posan por última vez, sobre sus hermanos, su pueblo mancillado.
Aquella noche nos trasladan al Estadio Nacional y al salir al foyer del Estadio Chile vemos un espectáculo dantesco. Treinta o cuarenta cuerpos sin vida están botados allí y entre ellos, junto a Litre Quiroga, director de Prisiones del Gobierno Popular, también asesinado, el cuerpo inerte y el pecho perforado a balazos de nuestro querido Víctor Jara. 42 balas. La brutalidad fascista había concluido su criminal faena. Era la noche del sábado 15 de septiembre. Al día siguiente su cadáver ensangrentado, junto a otros, sería arrojado cerca del Cementerio Metropolitano.
Esa noche, entre golpes y culatazos ingresamos prisioneros al Estadio Nacional. Y nuestras lágrimas de hombres quedaron en reguero, recordando tu canto y tu voz, amado Víctor, Víctor del pueblo:
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Yo no canto por cantar
Ni por tener buena voz
Canto porque la guitarra
Tiene sentido y razón.
Que no es guitarra de ricos
Ni cosa que se parezca
Mi canto es de los andamios
Para alcanzar las estrellas.
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Esa misma noche, ya en el Nacional, lleno de prisioneros, al buscar una hoja para escribir, me encontré en mi libreta, no con una carta, sino con los últimos versos de Víctor, que escribió unas horas antes de morir y que el mismo tituló Estadio Chile, conteniendo todo el horror y el espanto de aquellas horas. Inmediatamente acordamos guardar este poema. Un zapatero abrió la suela de mi zapato y allí escondimos las dos hojas del poema.
Antes, yo hice dos copias de él, y junto al ex senador Ernesto Araneda, también preso, se las entregamos a un estudiante y a un médico que saldrían en libertad.
Sin embargo, el joven es revisado por los militares en la puerta de salida y le descubren los versos de Víctor. Lo regresan y bajo tortura obtienen el origen del poema. Llegan a mí y me llevan al Velódromo, transformado en recinto de torturas e interrogatorios.
Me entregan a la FACh y tan pronto me arrojan de un culatazo a la pieza de tortura, el oficial me ordena sacarme el zapato donde oculto los versos. "¡Ese zapato, cabrón!". Grita furibundo. Su brutalidad se me viene encima. Golpea el zapato hasta hacer salir las hojas escritas. Mi suerte estaba echada. Y comienzan las torturas, patadas, culatazos y la corriente horadando las entrañas, torturas destinadas a saber si existían más copias del poema. Y ¿por qué a los fascistas les interesaba el poema? Porque a cinco días del golpe fascista en Chile, el mundo entero, estremecido, alzaba su voz levantando las figuras y los nombres señeros de Salvador Allende y Víctor Jara y, en consecuencia, sus versos de denuncia, escritos antes del asesinato, había que sepultarlos.
Pero quedaba otra copia con los versos de Víctor, que esa noche debía salir del estadio. Entonces, se trataba de aguantar el dolor de la tortura. De la sangre. Yo sabía que cada minuto que soportara las flagelaciones en mi cuerpo, era el tiempo necesario para que el poema de Víctor atravesara las barreras del fascismo. Y, con orgullo debo decir que los torturadores no lograron lo que querían. Y una de las copias atravesó las alambradas y voló a la libertad y aquí están algunos versos de Víctor, de su último poema,
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Estadio Chile:
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Somos cinco mil
En esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
¡Cuanta humanidad,
hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Somos diez mil manos menos que no producen
¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas
Así golpeará nuestro puño nuevamente.
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Estos versos recorrieron todo el planeta. Y las canciones de Víctor, de amor y rebeldía, de denuncia y compromiso, siguen conquistando a los jóvenes de todos los rincones de la Tierra.
El oficial fascista que ordenó acribillarlo debió quedar contento con su crimen, pensando que había silenciado la voz del cantor, sin saber que hay poetas y cantores como Víctor Jara que no mueren, que mueren para vivir, y que su voz y su canto seguirán vivos para siempre en el corazón de los pueblos.
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* Boris Navia Pérez es Abogado, casado y tiene tres hijos. Preside el Club de Amigos de Radio Nuevo Mundo y ejerce su profesión, asesora a la Confederación Campesina Ranquil, a exonerados políticos y otros gremios.

martes, setiembre 11, 2007

Hoy se cumplen 34 años del atentado más deplorable contra la democracia Latinoamericana

Homenaje a la democracia latinoamericana
Transcribimos el último discurso del Presidente Constitucional de Chile, Salvador Allende Gossens, el cual fue transmitido en directo horas antes de ser asesinado por el gobierno usurpador y genocida del General Augusto Pinochet.
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9:10 A.M.
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"Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes.
La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación.
Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados deChile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado Comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de Carabineros.
Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar!
Colocado en un tránsitohistórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales dela Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos. Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse.
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición."
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Aproximadamente a las 2 de la tarde las Fuerzas Armadas chilenas logran ocupar la planta alta de la Casa de la Moneda. Aquí, el Presidente Allende, que aguardaba con una carabina al hombro, fue herido en el estómago. Apoyado en su sillón, continúa disparando contra los militares que habían irrumpido en Palacio de Gobierno. Aquí recibe finalmente un último impacto que lo derriba y, ya moribundo, es acribillado a balazos.
Al ver caer al Presidente, miembros de su guardia personal contraatacan enérgicamente y rechazan nuevamente a los agresores hasta llevarlos a la planta principal.
Es en este momento de la batalla, que se produce un gesto de insólita dignidad: tomando el cuerpo inerte del Presidente Allende, lo conducen hasta su gabinete, lo sientan en la silla presidencial, le colocan su banda de Presidente y lo envuelven en una bandera chilena.
Aún después de muerto su heroico Presidente, los inmortales defensores de Palacio resistieron durante dos horas más las atroces acometidas de las fuerzas militares. Sólo a las cuatro de la tarde, ardiendo ya durante varias horas el Palacio Presidencial, se apagó la última resistencia.
Así se cierra un capítulo más en la democracia chilena. La alta oficialidad de derecha de los cuatro cuerpos armados se habían levantado contra el gobierno constitucional y democrático de la Unidad Popular y sólo cuarenta hombres resistieron durante siete horas el grueso de la artillería, los tanques, el bombardeo aéreo y la infantería.
El gobierno militar ha tratado de ocultar al pueblo de Chile y al mundo este comportamiento estraordinariamente heróico del Presidente Allende. Para ello han tratado de enfatizar la versión del suicidio. Pero incluso si el Presidente Allende, herido grave, para no caer prisionero del enemigo, hubiese disparado contra sí mismo, es no hubiera sido un demérito, sino que constituiría un gesto de extraordinario valor.
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Un video para recordar