lunes, abril 21, 2008

La protección de la libertad de prensa requiere de la cooperación internacional

Escribe:

Shieh Jhy-wey
Ministro
Oficina de Información del Gobierno Taiwán

En los últimos meses, la prensa internacional ha criticado al gobierno de la República Popular China por la violenta represión de los lamas y de las manifestaciones pacíficas en el Tíbet y por haber pisoteado los derechos humanos. Es momento de que la comunidad internacional ponga también punto final a otra violación de los derechos humanos: la denegación de la libertad de prensa a Taiwán que se ha producido debido a maquinaciones políticas.

Todos los años desde 2004, el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas (ONU) se niega a conceder a los periodistas de Taiwán las oportunas credenciales de prensa para la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), incapacitándoles para cubrir los actos de este encuentro anual. La razón argumentada para esta negativa es que Taiwán no es miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de un claro indicador de que los derechos de salud del pueblo de Taiwán, así como sus derechos de información, están siendo violados por motivos políticos. Este comportamiento también es contrario a la consideración general de que la ONU está obligada a preservar la justicia.

La libertad de prensa es un valor universal que está por encima de la política. El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “todo el mundo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye la libertad para mantener opiniones sin interferencias y buscar, recibir y transmitir información e ideas mediante cualquier medio sin tener en cuenta las fronteras”. Con la intención de honrar la libertad de prensa, revisar su estado en el mundo y poner de relieve su importancia, las Naciones Unidas designaron en 1993 el 3 de mayo como el Día de la Libertad de Prensa en el Mundo.

El Informe sobre la Salud Mundial de 2007, “Un futuro más seguro: la seguridad sanitaria pública global en el siglo XXI”, recalca la importancia de compartir información y de la cooperación entre naciones a la hora de combatir las enfermedades. El informe enfatiza que la OMS debe asignar más recursos para establecer una amplia red global de prevención de epidemias. Es más, el artículo 3 de los Reglamentos de Salud Internacional de la OMS señala que su “ejecución... debería estar guiada por el objetivo de su aplicación universal para la protección de todo el mundo en el caso de una propagación internacional de la enfermedad

Pero la OMS ha debilitado sus propios mecanismos de prevención de epidemias y ha creado una grieta en la red sanitaria global al impedir que los periodistas taiwaneses informar sobre la AMS. Si la comunidad internacional ignora las acciones de China, el principal instigador para que continúe esta política, la red global de prevención de enfermedades podría verse amenazada.

Taiwán respeta plenamente la libertad de prensa. Según la organización de derechos humanos Freedom House, con sede en los Estados Unidos, Taiwán disfrutó en 2007 del nivel más alto de libertad de prensa de Asia.

En los países democráticos, los periodistas son considerados como independientes, no como representantes de sus gobiernos o regiones. En el democrático Taiwán, los periodistas son plenamente independientes y autónomos. Lamentablemente, el valor universal de la libertad de prensa no ha sido respetado en la ONU. Pese a su deseo de salvaguardar los derechos humanos y de proteger la libertad de prensa, la ONU, debido a consideraciones políticas, ha impedido que los periodistas de Taiwán puedan informar sobre las actividades de la AMS, impidiéndoles llevar a cabo sus obligaciones para satisfacer el derecho del pueblo de Taiwán a estar informado.
Ante la celebración el próximo 19 de mayo de la Asamblea Mundial de la Salud, hacemos las siguientes peticiones:

  1. Dado que el derecho a estar informado y la libertad de prensa no deberían estar limitados por fronteras nacionales, la libertad de prensa no debería ser un privilegio de los estados miembros de la OMS.
  2. El objetivo de la OMS es lograr el más alto grado posible de salud para todo el mundo, independientemente de la nacionalidad o de la condición de estado miembro. Tanto la OMS como la ONU, organización de la que forma parte, que abanderan la igualdad y los derechos humanos, deberían respetar los derechos de salud e información de los 23 millones de habitantes del Taiwán
  3. Sin tener en cuenta la manera en que China oprime a Taiwán en el escenario internacional, la libertad de prensa no debería ser víctima de ningún tipo de disputa a nivel internacional. La ONU y la OMS no deberían permitir que consideraciones política reemplazaran a la libertad de prensa y al espíritu de independencia del periodismo. Estas organizaciones deberían , respetando el principio de paridad, levantar su prohibición discriminatoria y expedir los pases de prensa para la AMS a los periodistas de Taiwán.

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