sábado, noviembre 10, 2007

El Perú condenado a simple exportador primario

Escrito por: Víctor Huerta
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Recuerdo mucho que en mi pueblo reventaban cohetes todo el día, desde las cinco de la mañana, durante una semana que duraba su fiesta patronal. Tal vez querían, con esas escandalosas y peligrosas explosiones, demostrar que ellos existían o despertar a un dios inexistente.
Los gringos del norte dan un pasito por un tlc en un parto difícil y prolongado. A diferencia de nuestra aprobación que fue con cesárea, acelerada, forzada y con adenda incluida. Pero nuestros políticos se regocijan hasta la desesperación por el pasito dado. Y vamos más de cuatro años con ese festejo que no termina.
Ahora quieren introducir la idea de que es bueno “poner en valor” todos los recursos naturales, es decir, poner el precio a todo recurso natural posible para colocarlos en el mercado de remates. Para opacar a los opositores insultan y adjetivan a quienes se resisten a la imposición de su ideología única. El remate de las “joyas de la abuelita” les quedó corto. Ahora emprenden con lo que queda, quieren rematar todo.
Muchas reventadas de cohetes en mucho tiempo de expectativas que terminarán de frustrar aún más a nuestra población.
Nuestras estrellas exportadoras basan sus méritos en regalar las materias primas con cero valor agregado. Se enorgullecen de ello. Saben que con esa aprobación se priorizará aún más la exportación primaria o exportación de productos sin valor agregado. Ya no será necesario impulsar la educación ni la ciencia ni la tecnología. Bastará enseñar a la gente a “saber hacer”, es decir, sólo a utilizar la mano de obra. Manualidades será el curso preferente y central. Así nunca desarrollaremos. Desperdiciaremos esas irrecuperables materias primas. Otros la aprovecharán.
Estaremos condenados a ser exportadores primarios. Los países que basan su economía sólo en exportaciones primarias nunca saldrán de la pobreza. Tendremos el dinero efímero, como en la actualidad, pero nunca alcanzaremos un nivel de tecnología que nos permita competir con los más avanzados.
A los países industrializados les meteremos cualquier cantidad de materia prima y ellos felices nos meterán sus bienes de consumo carísimos, hasta por las orejas. Ellos mejorarán su tecnología pero nunca la compartirán. Con ello se incrementará las diferencias entre los desarrollados y subdesarrollados como siempre ha sido. Seguiremos siendo exportadores de materia prima hasta agotarlas y mano de obra barata, para las tareas que nadie quiere desempeñar.
Ellos se volverán más ricos y modernos. Nosotros más pobres y atrasados.
El país gringo sólo nos quiere para eso. Nos consideran su patio trasero, su reserva o almacén de materia prima.
Con toda certeza un tlc con el país gringo hará felices al dos por ciento exportador, el 98 por ciento sólo estaremos en expectativa y en eso quedaremos. La fábula esa de más inversión y crecimiento para redistribuir, es un mito que pocos ingenuos siguen creyendo.
Urgente, necesitamos muchos perros del hortelano, unos tan bravos que jamás permitan el accionar de ladrón alguno.
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Guau.

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