miércoles, agosto 16, 2006

Rebelión Humanista.

En esta época y ahora: REBELARNOS.

Rebelarnos contra un sistema inhumano que ubica al dinero por encima del ser humano, contra este sistema violento y de signos totalitarios, de caracter desestructurador, pseudodemocrático, pseudoliberal, políticamente corrupto y centralista que priva de salud, educación, trabajo y vivienda digna a las grandes mayorías.

Rebelarnos contra la violencia interna que dirige nuestras acciones cotidianas, es decir luchar contra el sin sentido que nos agobia, la incoherencia, el aislamiento, el pragmatismo y la indiferencia.

¿Cómo rebelarnos?

Pues asumiendo la responsabilidad histórica de intentar cambiar la historia, aceptando el compromiso de superar el dolor y el sufrimiento en uno mismo y en los demás.

No siendo más de lo mismo.
Transformando esta situación de violencia que nos rodea y nos consume.

Es claro que aceptar las imposiciones del sistema no es una vía aceptable para vivir con dignidad, y tampoco lo es sobrevivir a cualquier precio sin importarnos lo que sucede a nuestro alrededor.

No creemos que tras miles de años de evolución, la máxima aspiración de un/a joven o de cualquier persona sea la adquisición de objetos innecesarios y caer en el ciclo vicioso de obtener crecientes cantidades de dinero y créditos usurarios para compensar nuestros temores, alivianando por breves lapsos la crisis que afecta nuestras vidas.

Tampoco creemos que el camino sea reproducir las formas de acción y posturas mentales de las antiguas generaciones. Repitiendo el pasado primitivo, asumiendo la violencia como acción personal y social. Miren a donde hemos llegado con la violencia… ¿Qué nos diferenciaría del opresor, si asimiláramos la mentira, la manipulación y la utilización de los otros seres humanos para obtener aquellos cambios que necesitamos?
Nada.

Entonces será necesario organizarnos en virtud de defender nuestros intereses como sociedad y los derechos de cada grupo humano que hoy se encuentra librado a su propia suerte. Será necesario reconstruir los lazos que nos unen para vencer al capitalismo reinante, a sus mercados y sus bolsas de valores que hoy avasallan nuestras vidas y se imponen sobre nosotros.

Ante la destrucción que avanza sobre el ser humano y su medio ambiente los humanistas creemos que la única respuesta sensata y humanizadora es la rebelión, pues ésta nace de lo profundo de cada persona y de su necesidad de vivir con dignidad, por lo que será necesario superar las condiciones de dolor y sufrimiento en uno mismo y en los demás.

En eso creemos y sabemos que quien no se rebela ante lo establecido se traiciona a si mismo y traiciona a sus amigos, a sus familiares y a la humanidad. Se traiciona porque se inclina y se arrodilla ante los que someten todo su potencial y el de los demás, negando para sí toda posibilidad de transformación, cayendo de ese modo en el vacío, y la incoherencia; llenando su vida con cosas superfluas y sinsentido.

Valoramos con profundidad a los que nos preceden, y admiramos sus mejores obras que sentimos se sintetizan en nosotros, pero sabemos que son las nuevas generaciones las responsables de cambiar la historia y proyectar la revolución.

La historia es tiempo social en movimiento. Son los paisajes, las visiones de sociedad que tienen las generaciones más jóvenes, que se van superponiendo y reemplazando a las visiones ya instaladas de las generaciones mayores, en una dinámica infinita.

Cuando los jóvenes, por distintas razones, renuncian a luchar por impregnar su paisaje y su visión de sociedad; la historia se detiene; el tiempo cesa y el ser humano se disuelve en el absurdo. Las nuevas generaciones son los motores de la historia, porque a través de esa lucha por instalar su paisaje; su visión en el escenario social; hacen andar la historia. Sólo ellas pueden desarticular este tiempo del voraz capital, del consumo y sus imposiciones traducidas en violencia y sinsentido.

Los jóvenes conformamos un grupo social que puede contruir símbolos propios y además posee una visión particular del mundo lo que permite reafirmar a su capacidad creativa como una de sus características más destacables. Esta capacidad y la sensibilidad hacia las cuestiones sociales, es lo que nos lleva a transformar la asfixiante realidad que nos toca vivir en algo trascendental y superador de la violencia existente.

Las virtudes de los jóvenes al ser desarrolladas y puestas a disposición de una organización pueden; con toda certeza; habilitar a la transformación del medio social, y en el proceso decantar en personas conscientes y útiles a la sociedad.

Entonces, es hora de REBELARNOS y de construir juntos otro futuro.
Es tiempo de asumir nuestra responsabilidad de transformar lo dado, aprovechando lo mejor que tenemos para dar.
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Marcos Bauzá
*Editado con materiales e ideas del Nuevo Humanismo.

Si querés rebelarte contra este sistema inhumano y accionar en otro sentido, entonces te invitamos a formar parte del Movimiento Humanista y participar de nuestras actividades. Enviános un email a actitudhumanista@yahoo.com.ar y nos pondremos en contacto con vos.

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