martes, octubre 18, 2005

Violencia y política

“Sólo la guerra fría, se está tentando de decir, nos ha enseñado lo que significa en realidad el primado de la política exterior. Ya que si ésta, o, mejor, el peligro que siempre acecha a las relaciones internacionales, son los únicos objetos relevantes de la política, entonces se ha vuelto del revés ni más ni menos que lo que decía Clausewitz, de que la guerra es la continuación de la política con otros medios, de modo que la política se convierte ahora en una continuación de la guerra y los medios de la astucia sustituyen transitoriamente a los de la violencia. Y quien podía negar que las condiciones de la carrera armamentística en que vivimos y estamos obligados a vivir, sugiere al menos que lo que dijo Kant respecto a no permitir que no ocurriera nada durante la guerra que hiciera posible más tarde la paz, se ha invertido y vivimos en una paz que no permite que suceda nada que haga imposible la guerra”

“Aunque el fin [de la guerra] sea la libertad, el sentido encerrado en la acción misma es la coacción violenta. Surge entonces aquellas paradojas que nos son tan familiares a través de la historia de las revoluciones (...) la meta es lo único que puede eliminar o al menos suavizar este conflicto mortal entre sentido y fin inherente tanto a las guerras como alas revoluciones”
Hannah Arendt (*)
* (Hannover, 1906-Nueva York, 1975) Filósofa alemana. De ascendencia judía, estudió en las universidades de Marburgo, Friburgo y Heidelberg, y en esta última obtuvo el doctorado en filosofía bajo la dirección de K. Jaspers. Con la subida de Hitler al poder (1933), se exilió en París, de donde también tuvo que huir en 1940, estableciéndose en Nueva York. En 1951 se nacionalizó estadounidense. En Los orígenes del totalitarismo (1951), su obra más reconocida, sostiene que los totalitarismos se basan en la interpretación de la ley como «ley natural», visión con la que justifican la exterminación de las clases y razas teóricamente «condenadas» por la naturaleza y la historia. Otras obras suyas son La condición humana (1958), Eichmann en Jerusalén (1963), Hombres en tiempos sombríos (1968), Sobre la violencia (1970) y La crisis de la república (1972).

1 Comentarios:

A la/s 5:47 p. m., Blogger Tomamientras dijo...

Yo siempre creí que hacia falta una revolucion en nuestro pais, no como la de Humala pues.
Pero las revoluciones se pueden dar de muchas formas, el internek es una revolución en ese sentido, los blogs NO. Por lo menos en su gran mayoria, es como si cada uno tuviera su diario chicha.
Un abrazo

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal