martes, octubre 18, 2005

La violencia política

Amiguitos del Blog CEDDH, como veo que la discusión en este último artículo está relacionada con la violencia y existen posiciones encontradas sobre la misma, permítanme colocar este post publicado en la página La Haine, que encontré muy didáctico e interesante, cosa que así animamos la discusión. Saluditos, Tania
.
Escrito por:
.
No se puede entender el problema de la violencia política sin conceptuar a la política como la organización y aplicación sistemática de determinadas relaciones de poder, como la articulación de un conjunto de medios para la consecución y la preservación de éste. La política organiza el poder, le otorga forma estatal y viabiliza un proyecto socio-económico de clase. En este marco, la violencia es parte activa de la estructura social, no es sólo un instrumento o medio de lucha, sino sobre todo un modo de conflicto.
El surgimiento de la violencia política está estrechamente vinculado al desarrollo de la propiedad privada, y es sólo en el transcurso de la consolidación histórica de ésta, que la violencia se transforma en manifestación específica de poder social. En otras palabras, posee una base material concreta y no es una constante histórica, por lo tanto es factible su desaparición en una fase superior del desarrollo humano, cuando sea eliminado todo tipo de explotación pues -como señalara Engels- "el poder, la violencia, no es más que el medio, mientras que la ventaja económica es el fin" (1).
Cuando la ventaja económica, la ganancia, deje de ser la principal motivación de la producción material, cuando el fin de la actividad económica sea la satisfacción de las necesidades del hombre, y no el mero lucro, allí se crearán las condiciones básicas para la extinción definitiva de la violencia política.
No obstante, esta posibilidad histórica se vislumbra lejana, y la violencia continúa siendo componente central de todo el sistema de dominación. De allí que la clase en el poder requiera -a todo nivel- de estructuras que le permitan organizar el control social, minimizar los riesgos de un cuestionamiento revolucionario de la sociedad, y garantizar las condiciones para la reproducción ampliada del poder y del sistema en su conjunto. En esto el Estado desempeña un rol crucial.
.
Estado y violencia política
.
El principal organizador y concentrador de la violencia estructural es el Estado, de manera que cualquier intento por legitimar y justificar la violencia ejercida por la clase en el poder, pasa por legitimar el Estado. El objetivo básico que se persigue es despolitizar, desideologizar y neutralizar el Estado, presentarlo como el sintetizador del "bien común" y garante de la "ley y el orden". Para ello es imperativo la imposición de una visión histórica de la naturaleza humana, la sociedad y elaborando, simultáneamente, conceptos abstractos de nación, interés nacional, estabilidad y paz social.
Este tipo de Estado se justificaría por el posible "caos" que devendría en la sociedad humana por el hecho de su inexistencia. Fenómeno que hace más de tres siglos ya debatían los grandes pensadores filósofos y políticos. Según esta corriente teórica -que de una u otra forma sigue vigente- la naturaleza humana es esencialmente egoísta y utilitaria, cada ser lucha por su propia subsistencia, por la satisfacción de sus propios intereses, lo que inevitablemente le lleva a la confrontación permanente con otros seres humanos. Esta situación es la que Hobbes (2) describiera como "la guerra de todos contra todos". Situación superable sólo con apego a un ente no-utilitario, a un órgano que no buscase la satisfacción de intereses particulares, sino que comunes, generales. De allí surge la noción básica y la materialización del concepto del Estado actual como el único capaz de imponer el orden en medio del "caos natural". Es decir, ser un "administrador neutro del conflicto social".
Dicha tesis amerita al menos dos consideraciones. En primer lugar, la naturaleza humana no es egoísta, ni altruista, ni agresiva ni pacífica, ni buena ni mala en si misma, sino que simplemente sintetiza el sistema de relaciones sociales prevaleciente en un momento histórico determinado. La esencia humana en abstracto no existe, esta es concreta y, por sobre todo, dinámica, cambiante, de modo que la hipótesis de una situación natural de guerra permanente solo sirve para justificar la creación y consolidación de un complejo aparato de dominación de clase como es el Estado (analícese, en un grado menor, la lucha contra la delincuencia), además de proyectar la idea de la imposibilidad de transformar el sistema o luchar por una sociedad igualitaria, puesto que el ser humano sería individualista y egoísta en esencia y jamás podría cambiar.
En segundo lugar, es necesario puntualizar que el Estado no es un ente que esté por sobre las clases y la sociedad. Ninguna institución es neutra o poseedora de poder propio, más bien expresa poder social de clase. Es por ello que conceptos y prácticas tales como orden, legalidad, estabilidad, paz social, civilismo, etc., son de carácter tan determinado; la sociedad virtual no existe, ni ha existido, solo existe la sociedad históricamente concreta, de manera que el orden y la estabilidad que se defiende hoy, es el orden y la estabilidad del neoliberalismo. El Estado no es ningún sintetizador del bien común y del interés de un país, sino que de violencia política y, por consiguiente, de poder de un sector de la sociedad sobre otro.
.
La dimensión ideológica de la violencia
.
Históricamente a través de diversos medios de socialización -la estructura educacional, los medios de comunicación, entre otros-, la clase dominante ha ido configurando un sistema de valores, normas, conceptos y categorías tendientes a justificar su dominio: su preponderancia monopólica a regir los destinos de la humanidad, sus instancias de organización y la vida de los individuos. Medios entre los cuales la autentificación del uso de la violencia en sus diferentes formas por parte del Estado, su institucionalidad, sus fuerzas armadas y policiales, han sido una constante.
Esta manipulación ideológica se ha sostenido en tres ejes esenciales:
a) Ocultar la violencia estructural propiamente tal. b) Legitimar la represión institucional. c) Deslegitimar toda violencia social contra el sistema.
La violencia es inherente a una estructura social injusta, a un orden social basado en la explotación del trabajo por el capital, en la exclusión y marginación económica, social y cultural de vastos sectores de la sociedad. De hecho la violencia no se reduce únicamente a su manifestación más ostensible, a su forma represiva. Esta última es sólo una vía que permite mantener maniobrando y desarrollándose a la violencia estructural en su conjunto, al capitalismo. Es por ello que Marx y Engels señalaron la existencia de un virtual estado de guerra entre patrones y trabajadores (3), en otras palabras, criticaban la influencia de la violencia económica y de cómo ésta se reproduce a través de todo el sistema consolidándose como violencia estructural.
Mas este modo de abordar el problema no es prerrogativa exclusiva de los clásicos del Marxismo, también -y básicamente a partir de la encíclica Populorum Progressio- la Iglesia Católica, en particular el Movimiento de la Teología de la Liberación, manifestó sin ambigüedad, que "la violencia originaria, raíz y principio de todas las demás violencias sociales, es la llamada violencia estructural, la injusticia de las estructuras sociales, sancionada por un orden legal injusto y orden cultural ideologizado, que como tales constituyen la institucionalización de la injusticia" (4).
El ocultamiento de la violencia estructural requiere imponer la idea de la libertad del individuo, de la igualdad de oportunidades, de los beneficios de un mercado abierto a la libre competencia. El esquema de valores imperantes reproduce sistemáticamente la idea de que los pobres, los marginados, son tales sólo debido a la mala suerte de haber nacido pobres o a su propia impericia, a su falta de creatividad y esfuerzos personales. Entonces la injusticia no es tal, pues las naturales diferencias sociales no son más que el resultado de las leyes de funcionamiento del mercado, leyes, que según se argumenta, no responden a los intereses de nadie en particular. Obviamente entonces, al negarse la injusticia social, se está negando también la violencia estructural.
Bajo este marco conceptual surgen las nociones de violencia directa (represiva) y violencia indirecta (estructural). Donde producto de la manipulación y desinformación ideológica, se tiende adscribir un carácter significativamente más negativo a la violencia directa que a la indirecta; se condena el destrozo de la propiedad pública y privada, un secuestro, un atentado, pero no ocurre lo mismo con la miseria, la pobreza, la carencia de vivienda o salud. O, dicho de otra manera, se considera social y culturalmente peor, matar que dejar morir. La clase en el poder juega con la sicología de las personas, con sus emociones y decepciones, a fin de encauzar cualquier signo de descontento, diluir y desviar la atención del impacto de cualquier violencia estructural.
Junto con la legitimación ideológica y política de la existencia y el recurso de las distintas formas de coacción, se deslegitima todo intento de organización popular de la violencia. A pesar que en los discursos oficialistas es frecuente la condena de la violencia "venga de donde venga", en la práctica se busca neutralizar o desarticular únicamente su desarrollo en la base, su forma auto-defensiva u ofensiva, especialmente aquella que se puede erigir como alternativa de lucha política, militar o social.
En consecuencia, la naturaleza clasista del proceso en marcha instituye que la violencia ejercida por el sistema es positiva y necesaria. Es decir, toda consideración moral acerca de la violencia política, tiene que ver con el sistema de valores que éste estime necesario para lograr la estabilidad del mismo. Por eso se critica el uso de la violencia en política, en la misma medida que se crean organismos de seguridad y de lucha antisubversiva, y aumentan los presupuestos de las fuerzas armadas y de orden. Así se ha ido estableciendo una relación arbitraria entre democracia y paz por un lado y cambio y violencia por otro.
En este contexto ideológico es que surge una inevitable interrogante: ¿Existe una forma ética de ejercer la violencia? Está claro que de aceptarse el sistema de valores imperantes, como el único referente para medir lo positivo o lo negativo, lo bueno y lo malo del recurso de la violencia, la conclusión será siempre la misma: la violencia ejercida por la base social será siempre reprobable. Sin embargo, si ponemos el punto del análisis en otro ámbito, sí logramos trascender el límite de la moral general y vaga para reconstruir desde el pueblo -los verdaderamente afectados por ésta-, valores morales y nociones éticas que expresen la necesidad histórica del cambio social, y muy especialmente, que desmitifique el uso de la violencia por parte de las masas, ubicándola en su justo contexto como fenómeno socio-político, el centro del problema cambia:
La violencia es moralmente válida y políticamente viable, en la medida que se corresponde con la dirección principal del movimiento histórico, al cambio social necesario para erradicar primero parcial y luego definitivamente la violencia estructural creada por el sistema capitalista.
La forma ética de ejercer la violencia está en ponerla al servicio de las mayorías populares, al servicio del cambio social y de la dignidad humana.
La violencia revolucionaria es una forma específica de manifestación ética, pues ésta no persigue la destrucción del ser humano y su entorno, ni su sometimiento, sino que es un período muy breve de la actividad por las transformaciones, sólo un momento histórico; no es un fin sino uno de los medios disponibles para desplegar la multifacética lucha por el poder popular.
La violencia revolucionaria tiene un rango cualitativo, destruye para construir un sistema justo que nos encamine hacia una nueva sociedad.
.
La violencia militar
.
La violencia militar es una expresión particular de la violencia política que se estructura en forma de doctrina y se organiza como cuerpo armado.
Ninguna doctrina militar es neutral, más bien condensa la idea militar estratégica de quien la ejerce. En el caso específico de los países latinoamericanos, por parte del poder imperante, aún prevalece en la región la Doctrina de Seguridad Nacional, que con la entrada en escena de las democracias protegidas ha tendido en nuestros países hacia lo que hoy se conoce como "seguridad ciudadana". La DSN en Chile como apreciación básica de cualquier futura guerra, partió a fines de los 70 manejando tres hipótesis de conflicto: en el sur con Argentina, en el norte con Perú y Bolivia, y en el frente interno, donde definitivamente se puso el mayor énfasis.
Lógicamente, la definición de frente interno conlleva la necesidad de organizar la represión dentro de nuestras fronteras y la voluntad de neutralizar o exterminar a un enemigo (el enemigo interno). Es decir, el desarrollo de la violencia en términos específicos y no genéricos como se expresaba en la idea de "todos contra todos"; más bien la guerra de las FFAA como instrumento político de la clase dominante contra el pueblo como sucedió tan explícitamente durante la dictadura. Sin embargo, junto con el proceso de transformaciones que ha vivido Chile luego del cambio pactado de un gobierno militar a uno civil dentro del mismo sistema, esta visión aún es compartida entre los diferentes actores políticos involucrados en dicho pacto. Diferencias más diferencias menos, en la lucha contra el enemigo interno, "el terrorismo", están comprometidos todos quienes participan del poder (gobierno, oposición, FFAA, Iglesia). Entonces, no es correcto incluso desde éste punto de vista, hacer una división tan categórica y definitiva entre lo político y lo militar, puesto que en la práctica ambos se siguen conjugando a través del accionar del Estado y de sus instrumentos armados y no armados.
La violencia militar adquiere también diferentes formas, puede ser central o periférica en un momento histórico determinado, pero en lo fundamental, está siempre presente en forma de una estrategia militar para la obtención o la defensa del poder.
Por último, y obstante la condena a la violencia en general por "inhumana y anticristiana", ante situaciones concretas de guerras o conflictos internos, la clase gobernante no sólo defiende moral y políticamente la violencia, sino que además es la primera en unirse para regular las formas de ejercerla y premiar a los agentes que se destacan en el ejercicio de ésta. De otra forma no se explicarían las convenciones internacionales que norman las guerras, los conceptos de valor y heroísmo, instituciones tales como las condecoraciones al mérito, pensiones específica, etc.
.
Conclusiones
.
La violencia no se puede separar de la política y no es sólo un instrumento auxiliar al cual se recurre en momentos de crisis.
La lógica definición luego de constatarse esta realidad objetiva, es que toda propuesta política debe, ineludiblemente, contener el factor violencia como una de las posibilidades históricas, especialmente la revolucionaria. Y es más, debe contar con una política y una estrategia militar capaz de disputar el poder. Entonces, podría existir un amplio debate acerca del contenido y la forma que definen su implementación, pero no sobre la necesidad de su existencia.

La violencia política no se reduce a su expresión militar, aunque ésta es su manifestación más ostensible, es por sobre todo una relación de poder, una estructura históricamente objetiva, la cual debe ser enfrentada tanto en el terreno material como en el político e ideológico, pues es un fenómeno multidimensional.

Notas:

1. Engels F. "Anti Duhring". Editorial Grijalbo S.A. México D.F.- México 1981, pp. 152-153.
2. Hobbes T. Pensador inglés (1588-1679), cuya obra principal, "Leviatán", sintetiza toda la teorIa polItica del siglo XVII.
3. Ver por ejemplo, Engels: "La condiciÓn de la clase obrera en Inglaterra", 1844.
4. Ellacura Ignacio S. J.: "Trabajo no-violento por la paz y violencia liberadora". Revista ReflexiÓn y Liberación, año 1, vol. 4, dic-febrero 1990. Stgo. Chile; p. 6.

16 Comentarios:

A la/s 1:02 p. m., Blogger GUILLE da MAUS dijo...

Excelente artículo que explica la llamada "violencia política" y su ética en coherencia con las tesis marxistas sobre la violencia como recurso del estado. Esto es lo que justifica plenamente el pensamiento de grupos como Sendero Luminoso (marxismo-leninismo-maoismo-pensamiento gonzalo), como de cualquier otra propuesta social que considere la violencia como medio legítimo para el logro de sus fines ("revolución").

 
A la/s 1:34 p. m., Blogger Dimitri N. Senmache Artola dijo...

Estimada amiga Tania, agradecemos tu contribución a este Blog, que seguramente ayudará al desarrollo del debate. Aún cuando no todos podamos estar plenamente de acuerdo, espacios en donde se discutan posiciones son más que necesarios. En el Perú hemos vivido más de 20 años de violencia política (armada). Nunca se enseñó en los colegios ni se debatió en universidades el origen de la violencia. Finalmente, la mayoría de peruanos no entienden qué sucedió realmente y por qué sucedió todo esto. Si tan sólo nos limitamos a "pensar" que esta violencia fue el producto de la locura de unos cuantos, o de ideologías comunistas, la paz se conseguiría abriendo más hospitales psiquiátricos y prohibiendo el comunismo o toda ideología que promueva un cambio del sistema imperante. Siento que no es tan fácil. El conocer las fuentes de un conflicto, los motivos e intereses reales, no es buscar una justificación a la violencia, sino es buscar comprender su nacimiento, para luego buscar una posible solución.

 
A la/s 3:33 p. m., Blogger GUILLE da MAUS dijo...

Asi ess.. por eso digo yo, que el Marxismo-leninismo-maoismo-pensamiento gonzalo esta pasando piola pues poca gente (sobre todo jóvenes) sabe siquiera que existe, y por tanto no se dan cuenta de la vigencia que está teniendo esta filosofía de muerte, ni de donde ha salido. En ese sentido este artículo me parece imprescindible para conocer el pensamiento que ha conducido a nuestro país (y a casi la mitad de la humanidad) por la senda de la barbarie y la destrucción.

 
A la/s 3:38 p. m., Blogger Antonino Paraggi dijo...

Ciertamente Sendero es el referente mas cercano a ese experimento de buscar cambios sociales a través de un "corto periodo de violencia", despues de casi 70000 muertos no solo no ha cambiado nada sino que las condiciones de desigualdad estan peor, ya está visto que la violencia como método no funciona para crear una sociedad justa, creo que la reflexion deberia ser por otro lado, ya bastante se ha investigado sobre las causas de esa injusticia lo que falta es articular todos esos movimientos reformadores para crear un cambio significativo, lo que falta es la cohesion de la gente que quiere cambiar la situacion, ya sabemos que esta mal y el origen de la violencia, injusticia, desigualdad, represion etc etc ¿es que a estas alturas a alguien le queda duda sobre las fuentes de la vioelencia? ¿necesitamos mas debates, foros de sociologos para saber lo que es evidente, que la pobreza genera violencia? lo que no sabemos y es preciso debatir es como unificar nuestros esfuerzos de manera efectiva en todo el espacio nacional, para hacer un cambio radical y decisivo.
Por cierto no desestimo las valiosas labores académicas de los cientificos sociales pero creo que hay cosas que estan bastante claras y la discusion para empezar a concretar cambios se va posponiendo mas y mas mientras la biblioteca se llena de tesis sobre el origen de la violencia, cuando hoy la prioridad es meter mano al asunto ya.

 
A la/s 4:34 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

En realidad creo que si bien hay una comunidad "informada", que sabe y conoce el origen de la violencia, son los menos en el país. Actualmente en la mayoría de universidades, muchos estudiantes no han discutido siquiera sobre el rol y la importancia de contar con un informe como el de la CVR. Por ello, creemos que no deja de ser importante ampliar la discusión y el debate a aquellos sectores que son importantes para encontrar una salida. Coincido plenamente que es más que necesario encontrar formas y métodos de articulación de los diversos movimientos y espacios reformadores existentes hoy en día. Y es muy cierto ello de que FALTA LA COHESION DE LAS PERSONAS QUE QUIEREN CAMBIAR LAS COSAS. Ahí, en la participación activa en la política, se encuentra parte de la respuesta. Ahí es donde debemos de apuntar. Pero debemos ser concientes de que dicha participación será real cuando podamos elevar el nivel político de los ciudadanos. Nadie se organiza si antes no conoce sus derechos ni reconoce el abuso.
El debate participativo es siempre bueno y generador de salidas. Aquí no planteamos que este Blog se convierta en uno que sólo discuta, sino que invitamos a la acción concreta, desde los espacios que crean convenientes (según las posturas ideológicas y políticas de cada cual) para cambiar las cosas. Finalmente, pude ser cierto que ya existen teorías y literatura que explican los orígenes y las fuentes de la violencia, sólo falta que esas teorías puedan ser debidamente socializadas para la discusión, y de esta forma sea el ciudadano el que las contraste con la realidad.

 
A la/s 9:05 p. m., Blogger Daniel Salas dijo...

Lamento tener que decir que este artículo parece haber sido escrito hace 40 años por un(a) marxista simplón y cuadriculado. Este es el tipo de discurso que produce "el Partido", y no un intelectual crítico e independiente.
Es inaceptable que se recurra a una bibliografía tan elemental y superada como la de Engels para explicar la función del Estado. ¿Estamos ante el renacimiento de los discursos extremistas de derecha y de izquierda? ¿Estamos otra vez, después de tanto tiempo, repitiendo los manuales impresos en Pekín o Moscú?
Francamente, me siento desolado y, diría, hasta horrorizado, al comprobar que este tipo de trabajos "intelectuales" tengan todavía cabida. Yo, que hago un gran esfuerzo combatiendo la simplonería del discurso de la derecha, ahora tengo que hacer lo mismo con el pensamiento de "nueva izquierda" que repite las misma trivialidades que los comisarios del "Partido" imponían a las "masas". Qué lastima, qué pena. Siento que mi inteligencia ha sido insultada.

Esto no es discusión seria y ha degenerado en el panfleto más vil, así que lamento tener que pedirle al amigo Dimitri Semanche que me quite de la lista de colaboradores de este blog.

 
A la/s 9:27 p. m., Blogger Coordinadora Ciudadana dijo...

Estimado amigo Daniel, se que el artículo publicado por la amiga Tania, quien al parecer radica en Argentina, es muy polémico y se hecho que hiere diversas susceptibilidades, especialmente de aquellos que buscamos elevar el nivel del debate. Pero creo que posiciones como la presentada por la amiga Tania no deben generar en nosotros sólo el retiro de la discusión, sino todo lo contrario, generar nuestra participación más activa, para lograr exponer, con mayores lujos de detalles y fundamentos, lo equivocado correcto de dicho mensaje. El irnos de una discusión no fortalece nuestras posiciones.
En lo particular, valoro todas y cada una de las intervenciones que haz tenido en este Blog, valoro el hecho que en todo momento hayas respetado las ideas de los demás, aún cuando podías discrepar de ellas. De seguro también haz discrepado conmigo pero nunca respondiste con nada que no fueran argumentos. Tu retiro se sentiría mucho, pues el nivel que das con tu presencia es muy importante.
Por ello, no puedo sino sólo pedirte que sigas con nosotros, exponiendo tus ideas y las discrepancias que tengas. Espero que no te alejes de este espacio. Sin embargo, si crees que debes hacerlo, estás en tu pleno derecho.
Este espacio ha sido libre, tanto para exponer ideas de un lado como de otro. Cuando propuse la creación de este Blog como CEDDH, mis compañeros accedieron con la única condición de que siempre se tenga como constante la LIBRE PARTICIPACIÓN de todos sus miembros y se abra el debate a todos los que deseen participar de él. A nadie se le ha cerrado el espacio para exponer la idea y la opinión que tenga. No creo que debiéramos de haberlo hecho con el artículo de la amiga Tania. Espero que ella también responda a los comentarios que han expuesto ustedes.
Como un amigo, que he tenido el privilegio de conocer por este medio, espero que no lo hagas. Si fuera lo contrario, por favor, me envías un mensaje a mi mail personal (dsenmache@democracia.org.pe). Un fuerte abrazo,

Dimitri Senmache.

 
A la/s 11:56 p. m., Blogger GUILLE da MAUS dijo...

Estuve hace unos meses en tu pais, Tania y soy pesimista respecto a la situacion politica a juzgar por la impresión que me han dejado los jovenes como tu que se estan dejando seducir por esos discursos extremistas. Todavía no me cabe en la cabeza como pueden echarle la culpa a la globalización y la liberalismo cuando fueron medidas totalmente antiliberales las que llevaron a tu pais al hoyo donde se encuentra (corralito, burocracia, etc...)

 
A la/s 11:58 p. m., Blogger GUILLE da MAUS dijo...

Y creo que haces una tormenta en un vaso de agua, daniel... si los mismos "intelectuales (organicos)" desde Adorno hasta Derrida dicen lo mismo (ambos tenian a Engels como referente tambien)... Reconozcanlo el Marxismo ya fue ; )

 
A la/s 10:07 a. m., Blogger Daniel Salas dijo...

Como siempre, el Guille demostrando que por algo está en la luna. Ni Derrida ni Adorno se plantearon jamás como intelectuales orgánicos. El ideal del intelectual orgánico es liberal o, mejor dicho, liberal-conservador. Entre nosotros, han tenido más que ver con el pensamiento de derecha que con el de izquierda. Algunos nombres para que el perfecto idiota latinoamericano se eduque: José Vasconcelos, Rómulo Gallegos, José F. Sarmiento, José Enrique Rodó.
Nuevamente, hay que resalta la frescura que hay que tener para condenar la violencia "marxista" y a la vez apoyar una guerra que ya ha cobra 180 mil vidas.
He pensando bien y confirmo mi decisión de dejar de ser colaborador de este blog. Lo cual no debe ser un problema, ya que hasta ahora no he contribuido con nada.

 
A la/s 10:08 a. m., Blogger Daniel Salas dijo...

Aclaración
Donde dice "José F. Sarmiento"

Debe decir:
"Domingo Faustino Sarmiento"

 
A la/s 12:52 p. m., Blogger Antonino Paraggi dijo...

Daniel, condenar a las revoluciones violentas no significa que apoyemos otras guerras como las de Irak, la realidad no es o blanco o negro. Porque no sea de extrema izquierda no quiere decir que refrende las palabras de Bush: "estan con nosotros o en contra nuestra" no caigamos en el mismo tipo de reduccionismos que tan bien le quedan a ese vaquero ignorante, ya lo dije, los extremismos intolerantes e irreflexivos se parecen mucho.

PD amigos de este blog, por alguna razon, se demora muchisimo en bajar y a veces el explorer, se cuelga, no pasa con ingun otro blog, ¿será sabotage? :-) me imagino que algo mas simple, ojala lo resuelvan pronto

 
A la/s 1:04 p. m., Blogger GUILLE da MAUS dijo...

Lo del intelectual orgánico lo planteó nada mas ni nda menos que Gramsci quien, junto con Lukacs, es practicamente TU PADRE, LUKE!! je je... De allí las derivaciones tales como "intelectual progresista", "intelectual comprometido" etc... No se de donde sacas que aquello es acervo del liberalismo o del conservadurismo, si el mismo Gramsci enmendando a Lenin proponia acabar con todo eso mediante la "guerra cultural" para acabar con la "hegemonia ideologica" de la burguesia, etc, etc... (see his "Quaderni").
A propósito, el resto de los contertulios... si entienden más o menos de lo que hablamos Danielito y yo... seria buena una "tercera opinion" en vista que mi interlocutor se despide (dice)...
En memoria de los mas de 100 millones de muertos de la aventura de inspiración marxista del siglo pasado, al menos yo extrañaré tu juvenil batería de infundios, je, je ; )

 
A la/s 4:28 p. m., Blogger Dimitri N. Senmache Artola dijo...

Antonio, es verdad, hemos notado que al entrar a nuestro Blog, la computadora se demora en cargar. No sólo eso, sino que algunas veces aparece: "No found". En fin, no sabemos si será algún tipo de virus o spy, pero esperamos que sea sólo un problema de momento. Sobre lo que pregunta el amigo Guille, entendemos tus comentarios y tus razones, algunas de ellas no las compartimos algunos, otros sí. Vuelvo a reiterar que en ello está la riqueza de la discusión. Gracias nuevamente a todos los que colaboran con este BLOG. Si alguno desera publicar artículos, este blog tiene los brazos abiertos para ello, nada debería estar vetado ni censurado siempre que se expresen ideas políticas en él, aún si estas son sezgadas o expresar una parte de la realidad.
En fin, saludamos todo el debate, porque de él aprendemos todos. Gracias a los que participan y también a aquellos que por decisión no lo hacen.

 
A la/s 7:08 p. m., Blogger Marcos Bauzá dijo...

Con la mera lectura del post de mi compatriota, tenía ganas de pedirle a Dimitri lo mismo que Daniel solicitaba, es decir sacarme de la lista de colaboradores de este blog. Sin embargo al comenzar a leer los comments de cada uno de los que me preceden advertí que no soy el único que no cree en la violencia como herramienta metodológica para la superación de la propia violencia.

No creo que exista una forma
ética de ejercer la violencia desde la base social y que esta de algún modo logre transformar la violencia impuesta a nuestros hermanos latinoamericanos ode cualquier otro punto del globo.

La violencia es violencia y a su vez genera un círculo vicioso de violencia que debe desarticularse con otro tipo de metodología.

El desafío es difícil y comprende desenmascarar la discriminación encubierta, la violencia económica, racial, psicológica, sexual, de género, religiosa que se imponen desde las diversas esferas del poder establecido. Para superarlas deberemos mostrar coherencia, entereza señalando claramente las contradicciones de sus acciones y deberemos ir afianzando la necesidad de construir otro tipo de modelo donde tengan su lugar cada una de las personas que habitan nuestro suelo, para que podamos vivir con dignidad y en paz.

Quiero agradecer a Dimitri y a los amigos de la Coordinadora por permitir el debate de las ideas, ...pensar que podría haber caído en el error de pedir mi partida como colaborador de este blog.

Como contraparte quiero informarles que voy a postear algo próximamente.
Un abrazo cálido y fraterno a todos uds.
Marcos.

 
A la/s 9:20 a. m., Blogger Coordinadora Ciudadana dijo...

Estimado amigo Marcos, el debate es muy importante en la búsqueda de mejores formas y métodos para cambiar una realidad que en Latinoamérica es muy injusta. Dentro de ese deseo por cambiar las cosas y alcanzar la justicia, habrán diversas posiciones ideológicas y conceptuales que por ende tendrán distintas formas de plantear una supuesta solución. Es en ese debate que todos debemos participar. La violencia es una realidad hoy en día. Por ello, alejarnos del debate por discrepar de un tema sólo reafirma la posición de aquellos que plantean la violencia como salida. Mucho mejor es hacerles comprender que existen formas diferentes de acción, que como bien dices, la violencia genera un círculo vicioso que casi siempre nos convierte en nuestros propios enemigos. Por ello nuestra labor es sustentar la no violencia, y sustentarla con mejores y más sólidas ideas de aquel que la plantea. Todos nosotros, creo, buscamos mejorar las cosas en nuestro continente y en el mundo. Un paso para ello es seguir unidos y buscar juntos la mejor vía de cambio. Me alegra que no hayas decisido irte del Blog, pues sería una pena para nosotros perder a personas tan valiosas como tú.
Esperamos que pronto publiques en este Blog y ello genere también un debate fraterno. Personalmente, aprendo mucho más en la acción política y el debate que lo que aprendo en un libro.
Un fuerte abrazo amigo Marcos.
Dimitri

PD: A los amigos que nos leen y a los colaboradores, los invito a comentar y a publicar también sus ideas. Parte de el cambio es empezar a producir ideas y no sólo consumir las existentes, pues las que hoy nos gobiernas han demostrado que no han sido muy productivas. Espero sus aportes

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal